El maestro de la Escuela Normal vive en un proceso de crecimiento personal y profesional permanente y, participa en la formación de otros maestros para responder a las exigencias del mundo de hoy. Por lo tanto:

  • Cultiva la vocación de maestro.
  • Conoce y acepta la filosofía institucional.
  • Tiene sentido de pertenencia y lealtad.
  • Apropia la formación científica, pedagógica e investigativa, acorde con los avances tecnológicos.
  • Apropia los procesos investigativos con capacidad crítica, innovadora y con apertura a los cambios y avances pedagógicos.
  • Se autoevalúa y establece metas de mejoramiento continuo.
  • Apropia su saber específico y la relación de éste con las otras disciplinas del conocimiento.
  • Se identifica con el contexto sociocultural, apropia su problemática y lidera proyectos para la transformación de éste.
  • Propicia la formación integral de los estudiantes por medio de relaciones horizontales, comunicación, diálogo y reflexión conjunta.
  • Se muestra responsable, respetuoso y consciente de su compromiso en la formación de los maestros.
  • Se manifiesta competente, con espíritu de solidaridad y de proactividad.
  • Propicia excelentes relaciones interpersonales, con capacidad de acogida, escucha, respeto por las diferencias y comprensivo, sin faltar a los niveles de exigencia que se requieren para una formación integral.
  • Interactúa de forma permanente con las familias de la Institución.
  • Asume un comportamiento público de acuerdo con el decoro y la dignidad del cargo.
  • Capaz de aceptar críticas constructivas y oportunas.
  • Sensible y con apertura a la atención de la población con necesidades educativas especiales.
  • Desarrolla habilidades en el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).